PELEANDO LA BUENA BATALLA DE LA FE

05.03.2015 18:11

PELEANDO LA BUENA BATALLA DE LA FE

La vida de los primeros cristianos  estuvo enmarcada primero en la indiferencia y menosprecio del imperio romano, que para la época de la muerte y resurrección del Señor Jesús, no distinguían entre judíos y Cristianos, y en su prepotencia como imperio que dominaba el mundo de ese entonces, pero ya en año 64, el emperador  nerón  recibió buenos informes de sus funcionarios  que gobernaban en tierras orientales del imperio y se hizo la distinción entre seguidores de Jesús y los judíos y sumado esto a la defensa del apóstol pablo ante roma y a su predicación del Nombre de Jesús,  fervorosa ante los judíos de aquella región, aunque esto le causó toda clase de persecuciones y padecimientos. Fue entonces el inicio de la más despiadada persecución  contra  los cristianos, con sangre de estos mártires en la arena romana, otros obligados a apostatar de su fe, despojados de bienes, torturados o desterrados. Este periodo de padecimientos duro 250 años según los historiadores. Hasta el año 313, aunque en algunos lugares  y periodos  los cristianos gozaron de relativa paz  y se les permitió hacer culto y proselitismo  presentando Cristo como el único y verdadero Dios  y que la salvación es solo por medio del Bautismo en su nombre y todo lo enseñando por los apóstoles, se fue regando por toda la tierra conocida hasta ese momento.

Una realidad histórica de los inicios del cristianismo,  que se inicia con Nerón quien cobardemente culpa a los cristianos de haber incendiado a la ciudad en el año 64 para que las gentes los odiaran  y  consideraran como peligrosos y poder justificar su implacable acción martirizante y promulgar una ley en todo el imperio contra todo lo que significara cristiandad.

La persecución siguió aun después de la muerte de Nerón con los emperadores Domiciano, Nerva, Trajano, época donde se conoció la prohibición de reuniones cristianas  y de la ley que decía que si alguien quería dejar de ser cristiano, se le borraba su pasado judicial o infracciones contra el imperio. Después vino el emperador Adriano,  de origen español como su antecesor  ya por el año 117. Antonio pio en el año 138 quien fue uno de los primeros en decir que ya no se derramara  más sangre de los cristianos.

A la decadencia del imperio romano como poderío político social y militar,  le siguió el paso del paganismo al sincretismo religioso, pues fue tan fuerte el crecimiento del cristianismo apostólico, que se adoptan algunos aspectos de las practicas cristianas pero el paganismo sigue,  con adoración de imágenes, asunto explícitamente prohibido en la palabra de Dios. Las fiestas paganas con licor, bailes, carnavales, fiestas patronales, desenfreno sexual etc. Son unas replicas de esas celebraciones que institucionalizó el imperio romano en el edicto de Milán en el año 313, para tratar de oculta la crueldad contra los cristianos y al darse cuenta que podían seguir manejando los hilos del poder desde lo religioso, adoptan la postura de iglesia universal, con injerencia en los asuntos políticos de las naciones que  entraron a conquistar en  asocio de la crueldad de los gobernantes ávidos de riquezas y de poder, como en el caso de  América, donde el genocidio  aun mancha  la historia de la humanidad.  Y siglos después la “sagrada inquisición”  adoptada por el nuevo imperio religioso, manda a la hoguera a todo el que se consideraba como hereje  o tuviese una doctrina diferente a la impuesta bajo el látigo, la espada, el arma de fuego o la intimidación.

Allí cayeron millones de cristianos acusados de herejes o brujos. Y esa historia aun está  fresca en los sótanos de las murallas de Cartagena, ahí está el palacio de la inquisición como testigo mudo de tan cruel proceder de quienes  se autoproclamaron un día como representantes de Dios.

Por sus convicciones los cristianos auténticos siempre han padecido, en Colombia no ha sido la excepción, en los cementerios hasta hace pocos años en manos del vaticano, era prohibido sepultar un cristiano evangélico sobre todo si era de la unicidad.

En muchos colegios públicos del estado  se obliga aun hoy a prácticas   que no son de nuestra fe, se cierran las oportunidades laborales para hombre y mujeres que visten con decencia o no se maquillan o no usan pantalones.

Si bien es cierto que  esto no es tan notorio como en el siglo pasado, este ha sido el camino de espinas que hemos atravesado los cristianos.

 Pero ahora el panorama para los cristianos es pelear la buena  batalla de la fe en otro escenario.

Los padecimientos no  son tan crueles, aunque haya unas regiones del mundo donde si se dan.

Ahora llegó el momento de otro tipo de padecimientos.

 Nos enfrentamos a los influyentes  modos de vida de la sociedad moderna, que quieren introducirse en la vida del cristiano. Sufrimos por ver  cristianos sucumbiendo ante las costumbres de las personas incrédulas  y  que viven en el desenfreno de las vanidades y esclavos del pecado.

Examinemos muy bien nuestra vida cristiana,  pues ahora es el tiempo en que muchos están creciendo como cizaña en medio del trigo de Dios, y aun los que han sido salvos están siendo  permeados por los deleites del mundo y sus pasiones carnales.

Alerta…cristiano, que este es tiempo de las aflicciones de ver con tristeza como creyentes razón y hasta líderes se caen por la simpleza de olvidar que la venida del Señor está  muy cerca, pues  la humanidad toda esta inmersa en la maldad y la concupiscencia, aprobando matrimonios homosexuales, el crimen del aborto, el daño a sus cuerpos con la aprobación del consumo de drogas alucinógenas, la  proliferación de doctrinas falsas, el aumento de la ciencia, terremotos, tsunamis,  guerras y rumores de guerra.. El Señor está   a punto de regresar por su pueblo…. Y a algunos les perece que esto es fábula o que podemos jugar con algo tan serio como la salvación y ya no tienen presente lo que dice la palabra  de Dios

1Jn 2:17  Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 

Llego el tiempo de huir de estas cosas que nos puedan robar la salvación y la verdadera paz en Cristo que nos pertenece por su gracia derramada en nosotros.

1Ti 6:11  Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

1Ti 6:12  Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

1Ti 6:13  Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,(A)

1Ti 6:14  que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,

1Ti 6:15  la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,

1Ti 6:16  el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

Guardemos el mandamiento sin manchas que nos hagan lucir  ridículos, sucios  y empobrecidos espiritualmente, porque el señor ya viene y aguardamos, y amamos su venida.

Que nadie nos enrede en los deleites del pecado, sino que agrademos  a Dios en todo nuestro proceder en esta vida. Luchemos legítimamente por esa corona de vida que ya se ve que se acerca.

 Si estamos sufriendo penalidades por causa de ser cristiano, demos gloria a Dios, pues si sufrimos con El, con El también reinaremos y recompensa gloriosa hay para todo aquel que se mantenga firme en su fe a pesar de  las duras pruebas.

2Ti 2:3  Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.

2Ti 2:4  Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.

2Ti 2:5  Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.

2Ti 2:6  El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.

2Ti 2:7  Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.

2Ti 2:8  Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio,

2Ti 2:9  en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa.

2Ti 2:10  Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.

2Ti 2:11  Palabra fiel es esta:

 Si somos muertos con él, también viviremos con él;

2Ti 2:12  Si sufrimos, también reinaremos con él;

 Si le negáremos, él también nos negará.(A)

2Ti 2:13  Si fuéremos infieles, él permanece fiel;

 El no puede negarse a sí mismo.

 

Perseveremos hasta el fin, pues esta salvación es para los que resisten y pelan la batalla de la fe con las poderosas armas del espíritu.

Armas que nos permitirán ganar todas las batallas pues tenemos por capitán el que venció en la cruz del calvario y nos entregó esta victoria pues hemos creído en su nombre, en su nombre fuimos bautizados  y nos ha sellado con su santo espíritu. Podemos estar seguros  que en medio de esta generación perversa Dios nos guarda y va dirigiendo nuestro diario vivir.

 

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2Ts 3:3  Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.

2Ts 3:4  Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado.

2Ts 3:5  Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.

El más grave peligro de un cristiano es descuidar su vida  espiritual creyendo que  se puede vivir mezclando las costumbres de las gentes incoversas con su comportamiento como cristiano. Ser cristiano es el desafío más importante de la vida de un ser humano, y si hay que renunciar  a algo es a los deseos mundanos y la vida de iniquidad que es notoria en quien no ha tenido  un encuentro con el Señor Jesús, y por supuesto no reconoce la gracia de Dios.

Tit 2:11  Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

Tit 2:12  enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,

Tit 2:13  aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

Tit 2:14  quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad(A) y purificar para sí un pueblo propio,(B) celoso de buenas obras.

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Si en algún momento de la nuestra vida hicimos lo que le agrada a las gentes por tratar de convivir en aparente armonía, ha llegado la hora de renunciar a esa forma de vida que no grada a Dios. Es hora de enfrentar con valentía y decisión inquebrantable la forma de vida de quienes  se glorían que son mas prósperos  aun en medio de su idolatría, de quienes se mofan de los cristianos y nos tildan de ignorantes o estúpidos porque no participamos de sus pecados.

La mejor forma de enfrentar esto es con una vida que agrade a Dios, en santidad, amando su venida, guardando celosamente este tesoro de vida eterna, y alimentar nuestra fe en oración y ruego por la misericordia de Dios, para que nunca nos falte su  presencia en nuestras vidas.

  Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado,

1Pe 4:2  para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.

1Pe 4:3  Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.

1Pe 4:4  A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;

1Pe 4:5  pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.

Que el señor Jesús nos ayude, y su misericordia nos acompañe siempre, de tal manera que sea que padezcamos o que disfrutemos de paz y prosperidad, seamos de EL. EL FUTURO GLORIOSO QUE NOS ESPERA, nos debe producir una coraza de resistencia impermeable a toda adversidad.

EDGAR BELTRAN RODRIGUEZ

 

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